Un estudio encargado por el Ayuntamiento donostiarra revela que en la Parte Vieja se superan los niveles de ruido recomendados durante cuatro o cinco noches a la semana en verano y dos o tres noches durante los meses de invierno. Los niveles acústicos en horas diurnas si se han catalogado como aceptables.
El estudio, realizado en el segundo semestre de 2014, tomó mediciones en diez puntos de La parte vieja y en diferentes horas del día. Los resultados apuntan a que durante el día en general no se superan los 65 decibelios que se consideran objetivo de calidad acústica, aunque por la noche todas las mediciones sobrepasan los 55 decibelios recomendados alguna o muchas de las noches analizadas. Se incumple, así, el decreto de contaminación acústica de la Comunidad Autónoma Vasca.
El exceso de ruido está generado principalmente por la concentración de gente en la calle, en terrazas o junto a los bares. La tipología del barrio, con calles estrechas, también favorece que los niveles de ruido sean más altos.
A la vista de los datos, el Consistorio emprenderá este mes un nuevo programa en colaboración con Ihobe, el organismo encargado de la gestión ambiental del Gobierno Vasco. Se reunirá con los habitantes del barrio, hosteleros, comerciantes y el sector turístico y trabajarán en tres ámbitos: habrá nuevas campañas de sensibilización para que los visitantes y clientes de la Parte Vieja sean conscientes de que sus moradores tienen derecho a descansar y lo respeten; por otro lado, habrá una campaña para ayudar a los vecinos a mejorar los aislamientos de sus viviendas. Por último, el Consistorio está dispuesto a aumentar la vigilancia para intentar que se cumplan las ordenanzas vigentes.
El incumplimiento de las ordenanzas es una de las quejas de la asociación Parte Zaharrean Bizi, que ha presentado un documento que solicita mejorar “la degradada calidad de vida” del barrio. La asociación reitera que las calles de la Parte Vieja se han convertido en “un parque temático de ocio” para el resto de donostiarras y visitantes. Además de los niveles de ruido provocados por el ocio nocturno, Parte Zaharrean Bizi ha denunciado en los últimos meses que la proliferación de terrazas está dejando a los ciudadanos sin espacio público del que disfrutar.
Zaharrean Bizi también reclama que se agilice la resolución de los expedientes abiertos por incumplimientos y que se cree una mesa de trabajo con los vecinos que analice diversas cuestiones y plantee un plan de usos para el barrio que permita regular nuevas actividades en la Parte Vieja. Asimismo, pide que esa mesa de trabajo analice el impacto medioambiental que tiene la aglomeración de locales hosteleros y hoteleros, que haya mediciones permanentes de ruido y se estudie cómo reducir las molestias que generan servicios como el de la recogida de vidrio, entre otras cuestiones.
La asociación demanda, además, una moratoria a la concesión de nuevas licencias hosteleras, de terrazas y alojamientos turísticos. En la actualidad el barrio está considerado como zona saturada en la normativa municipal, lo que limita la apertura, ampliación o división de los locales hosteleros.