Ayer por la mañana, un particular encontró el cuerpo sin vida de un indigente alemán de unos 60 años que se había huido del Hospital de Donostia. El hallazgo se produjo junto a una finca, a medio kilómetro del Hospital.
El cadáver no presentaba signos de violencia y todo apunta a que el hombre murió por causas naturales después de abandonar por su propio pie el centro sanitario, donde tenía programada una cita médica y habían ordenado su ingreso el viernes.
Según informó el Departamento vasco de Seguridad, los hechos ocurrieron sobre las 11.25 horas a la altura del número 37 de la calle Dulce María Loynaz, en un recoleto paraje que fue precintado de inmediato. El propietario de una parcela que realizaba tareas de limpieza en un terreno cercano avistó el cuerpo sin vida, que yacía boca abajo.
Se personaron en el lugar dos patrullas de la Ertzaintza y una ambulancia medicalizada. Los sanitarios confirmaron la muerte del hombre que llevaba una pulsera implantada recientemente en el centro sanitario. Gracias a esta cinta plástica, se pudo abrir una investigación y determinar poco después el origen del fallecido. Al parecer, se trata de un ciudadano alemán que vivía en la calle, si bien actualmente estaba acogido en un centro residencial de Irun.