Desde este miércoles, comienza a distribuirse en toda la zona euro el nuevo billete de 20€, el tercero de la serie denominada Europa que se introduce, tras los billetes de 5€ y de 10€. El resto se introducirán progresivamente a lo largo de varios años, siempre en orden de valor ascendente. De cara a facilitar la adaptación al nuevo billete, la Ertzaintza quiere difundir públicamente algunas de sus características, diseñadas para potenciar su seguridad ante posibles falsificaciones.
Toque, mire y gire
Los nuevos billetes de 20 € mejoran su seguridad de la misma manera que anteriormente lo hicieron los de 5 y 10 €. Para ello, incorporan una serie de medidas que se pueden apreciar siguiendo las conocidas recomendaciones de “toque, mire y gire”, que nos ayudarán a detectar los ejemplares falsos apenas con mirarlos o tocarlos.
Toque. Cuando palpamos el nuevo billete la impresión se nos aparece en relieve. El proceso de impresión especial utilizado dota a los billetes de una textura inconfundible.
Mire. Al observarlo a contraluz aparecen la marca de agua, el hilo de seguridad y el motivo de coincidencia. Estos tres elementos pueden verse por el anverso y por el reverso.
Gire. En el anverso de los billetes puede verse la imagen cambiante de la banda holográfica o del parche holográfico. En el reverso puede apreciarse la banda iridiscente en los billetes de 5€, 10€ y 20€, o la tinta que cambia de color en los de 50€, 100€, 200€ y 500€.
El elemento de seguridad más innovador que incorpora el billete de 20€ es una ventana con un retrato situada en el holograma. Al mirar el billete al trasluz, la ventana se vuelve transparente y muestra un retrato de Europa, que puede verse en ambos lados del billete. El retrato también figura en la marca de agua. Europa es el personaje de la mitología griega que da nombre a nuestro continente. Además, el nuevo billete de 20€, como los de 5€ y 10€, incluye un número verde esmeralda.
Lo que no varía es el material base, dado que los billetes siguen estando impresos en papel de algodón, ofreciendo un tacto que las autoridades monetarias consideran muy del agrado de la ciudadanía europea.