Más de 100 destinos y establecimientos turísticos han logrado el Certificado Biosphere, que emite el Instituto de Turismo Responsable (ITR). El 90% manifiestan estar “satisfechos” y “completamente satisfechos” con las ventajas que aporta la certificación.
Por su parte, el 85% de los turistas valoran positivamente la suma de “calidad, sociedad, economía y medioambiente” que implica este rango de excelencia. Es significativo que los encuestados confirman que el cliente muestra interés y pregunta por la praxis de los establecimientos Biosphere.
En la encuesta realizada por el ITR, un 70% de la muestra asegura que el grado de dificultad de implantación de las medidas necesarias para la certificación “es normal”, mientras que el 16,7% dice haber tenido dificultad. Dato que subraya que en la última década un segmento de la industria turística aplica prácticas sostenibles y responsables, mientras que otros se mantienen en los antiguos estándares de negocio.
Además de los responsables de destinos turísticos, la oferta hotelera y de ocio reconoce que, desde que se adecuaron a las exigencias del Certificado Biosphere, “ha aumentado el número de clientes”, por lo que no dudan en recomendar este estatus de compromiso con el turismo responsable.
La realidad constata que, hoy, el reto principal de la industria turística es implantar modelos que permiten desarrollar productos y destinos sostenibles. Ante esta urgencia, el ITR ha creado el Sistema de Turismo Responsable (STR), para desarrollar certificaciones que garantizan que se cumplen y mejoran los requisitos de sostenibilidad.
Renovarse
Tomás Azcárate Bang, presidente del ITR, es rotundo cuando dice que: “El turismo responsable ya no es una estrategia, como en los años 80, es un nuevo modelo de desarrollo, en el que tenemos que avanzar más. Es urgente que apliquemos modelos sostenibles”.
Así se rubrica en la segunda Carta Mundial de Turismo Sostenible, proclamada en Vitoria-Gasteiz, donde más de 200 expertos y técnicos han ratificado regirse por el Certificado Biosphere, como estándar internacional. El compromiso lo han firmado Euskadi, Barcelona, Escorca, Gijón, La Palma, Lanzarote, Cataluña y Valle de Arán, y se encuentra certificando otros 7:Arona, Costa Barcelona, León, Paisajes Barcelona, Fuerteventura y Sitges, además de tener presencia en otros 20 países como los fiordos noruegos, Huangshan, China o el delta del Okavango (Botswana).
Como señala el Secretario de Empresa y Competitividad de la Generalitat, Pere Torres: “Ante el horizonte 2020 la prioridad es la calidad por encima de la cantidad. Estamos abocados a generar un turismo más competitivo, más responsable y más sostenible. Necesitamos inversiones públicas y privadas, y convertir al turista en una aportación más de riqueza, por su actuación responsable, a la vez que se convierte en un elemento propagador”, explica Pere Torres.
En la Green Capital Vasca, el Lehendakari Iñigo Urkullu es claro cuando dice que, “el desarrollo del turismo en Euskadi es un compromiso con las personas, una idea que se aplica al turismo de calidad y cercanía, y al turismo como experiencia de vida compartida. El turismo es un factor esencial de desarrollo cultural, social y económico, y es la visión que compartimos, en consonancia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, trazados en la Cumbre de Naciones Unidas, este año”.