Islada Ezkutatuak organizó, en colaboración con el Ayuntamiento, un sencillo pero emotivo acto de homenaje a las últimas personas que han participado en la tarea de recabar la memoria de una dura época de nuestra Historia.
Diez fueron las personas presentes en el acto para recibir el homenaje: Eladia Gubía Segurado, Juana y Genotxo Barrenetxea, M.ª Luisa Arruti Illarramendi, Josefa Sarriegi Agirre, Miguel Iturrioz Amundarain, Inaxi Otegi Egia, Martín Goenega e Isabel Herrera Blanco. Con la entrega de una botella de cristal con un mensaje en el interior, miembros de Islada Ezkutatuak quisieron rendir este homenaje a quienes han hecho el esfuerzo de bucear en su memoria y ofrecernos sus recuerdos como un precioso tesoro a preservar.
Tras la proyección de fotografías antiguas y actuales de todas las personas que vienen colaborando con la asociación, Mailu Arruti fue la encargada de recordar el trabajo que desde hace 5 años viene haciendo la asociación, recabando testimonios de personas que sufrieron en primera persona los desastres de la contienda española. Recordó que el esfuerzo de ellas por darnos sus recuerdos, su memoria, es importante, por lo que se hace imprescindible este homenaje.
Posteriormente el Alcalde, Jesus Zaballos, se mostró agradecido a Islada Ezkutatuak por el importante trabajo de justicia que realizan para que la memoria de una época de gran sufrimiento y sangre salga a la luz y se preserve, por dar voz a quienes durante tanto tiempo tuvieron que estar callados. Y agradeció especialmente a los homenajeados por transmitir lo que tuvieron que guardar en sus corazones, educándonos sin odio y sin rencor.
La Directora de Derechos Humanos de la Diputación de Gipuzkoa, Maribel Bakero, agradeció a la asociación y a las personas que ofrecieron iban a recibir el homenaje el que gracias a sus testimonios podemos conocer mejor lo que ocurrió en esa época, y a quienes es necesario ofrecer una reparación.
Joxe Muguruza hizo una pequeña reseña histórica de lo ocurrido, resaltando que no hubo una guerra civil, si no que de lo que se trató fue de un golpe de estado contra el legítimo régimen de la República que salió mal y que desembocó en unos hechos terribles de los que la sociedad trató de defenderse como pudo. Recordando al filósofo Walter Benjamin reconoció que es más difícil hacer un homenaje a las personas anónimas, pero lo más solemne.
Tras las palabras vino la entrega del recuerdo a las personas homenajeadas en forma de botellita de cristal con un mensaje en su interior. No sin que antes una de ellas, Eladia Gubia, agradeciera espontáneamente a Islada Ezkutatuak el trabajo que realiza para que no se olvide su memoria.
El acto contó con la animación del cantante Joseba Tapia, quien interpretó, acompañado de su guitarra, dos canciones compuestas con él sobre la temática de la Guerra Civil.
Tras la foto de grupo, a la que se sumaron muchas de las personas presentes, anteriores colaboradores de la asociación, se pasó a un sencillo lunch, momento en el que la asociación pidió a los presentes que miraran las fotos de la guerra expuestas, con la intención de identificar a quienes no lo estuvieran ya.