La ópera El gigante de Altzo, producida por San Sebastián 2016, TOPIC y el Teatro Barakaldo, se estrenará el próximo domingo en el teatro Victoria Eugenia en una doble sesión.
Este espectáculo, que tendrá como punto de partida la vida de Miguel Joakin Eleizegi (1818-1861), aúna literatura, espectáculo de marionetas y música en vivo.
La Fundación San Sebastián 2016, el TOPIC de Tolosa y Donostia Kultura han presentado esta semana la ópera El gigante de Altzo en el teatro Victoria Eugenia. Esta obra, basada en el personaje mítico del siglo XIX, se estrenará con dos sesiones que tendrán lugar en el teatro Victoria Eugenia el domingo, 20 de marzo, a las 12:00 y a las 18:00. Las entradas están disponiles en la página web del teatro por 6, 9 y 12 euros.
El espectáculo llega a San Sebastián tras su paso en septiembre por uno de los festivales más importantes a nivel mundial en esta disciplina artística: el Festival Mundial de la Marioneta de Charleville-Mezieres (Francia).
La obra
Esta ópera infantil para títeres, coro infantil, solistas y pequeña formación instrumental está basada en el canto coral y la narrativa oral vasca, con aportaciones plásticas y escénicas contemporáneas, incorporando el arte de la marioneta que históricamente ha maridado tan bien con la música, con ejemplos significativos como las óperas barrocas escritas para títeres por Joseph Haydn o Henry Pourcell, las innumerables adaptaciones para títeres de óperas como La Flauta mágica, Hansel y Gretel, etc., o los espectáculos populares tradicionales que hoy día podemos encontrar en Asía o África.
El primer paso del proyecto fue la publicación de un disco compacto de la ópera, que se ofreció el 4 de enero de 2013 mediante conciertos, en el Museo San Telmo. En enero de 2014 se inició la preproducción de la obra y, en particular, la construcción de las marionetas.
Historia
La obra toma como punto de partida e hilo narrativo la vida y andanzas del mítico personaje guipuzcoano Miguel Joaquín Eleizegi Arteaga (Altzo, 1818-1961). Al cumplir los 20 años, enfermó de un mal desconocido y comenzó a crecer desmesuradamente. Llegó a medir 2,42 metros y pesar 203 kilos.
Fue muy popular en su época; se le exhibió por media Europa, y fue recibido, entre otros, por la Reina Isabel II de España, Luis Felipe I de Francia o la Reina Victoria de Inglaterra.
Quienes le conocieron resaltaban su carácter afable y bonachón, pero también la tristeza que emanaba de él y, sobre todo, su soledad. En algunos de sus escritos llegó a autocalificarse como “engendro de la naturaleza”.
Tras su muerte, su recuerdo ha perdurado en el País Vasco, donde su pueblo natal aparece siempre asociado a la figura del Gigante. Murió el 20 de noviembre de 1861 a los 43 años; fue enterrado en el cementerio de Alzo, pero el esqueleto del Gigante fue robado y se cree que se encuentra en algún museo de Inglaterra.