15.000 pares de botas de agua, calzado de montaña, zapatillas, han llenado este domingo la explanada del Museo San Telmo. La iniciativa solidaria #DesafíoKatiuska se ha resuelto con un éxito imprevisto para sus organizadores, los trabajadores de Donostia Kultura.
Por un lado de apilaron miles de botas en medio de la plaza, y por otro se colocaron 18 pares de zapatos, como símbolo de los 18 refugiados que oficialmente han sido acogidos por España desde que estalló la crisis humanitaria.
El llamamiento ha encontrado una respuesta «extraordinaria», ha asegurado la directora de San Telmo, Susana Soto: «Estamos desbordados».
La campaña de recogida de botas de agua ha encontrado la colaboración de otros ayuntamientos guipuzcoanos, empresas, colegios, la universidad… hasta reunir un total de 15.000 pares de calzado que los socorristas de Zarautz se encargarán de hacer llegar hasta los campamentos de refugiados.
Las botas que ahora viajará a Lesbos y otros campamentos llevarán dentro escritos mensajes de apoyo a los refugiados. «Mediante esta pequeña acción se conseguirá secar y calentar muchos pies y evitar enfermedades. Pero el objetivo principal de esa acción es mostrar apoyo a las personas que huyen de la guerra y denunciar una situación que nunca pensamos que Europa volvería a vivir, así como mostrar rechazo a la actuación de Europa», afirman los responsables de #DesafíoKatiuska.