Inaugurada en 1916 por el Rey Alfonso XIII, costó en la época 5.700 pesetas, unos 34 euros que ahora serían impensables.
No solo identifica a Donostia en cualquier parte del mundo, la barandilla de La Concha es ya un icono universal y ahora está de cumpleaños.
Son ya 100 años y sigue igual de “guapa”, su universalidad ha permitido incluso la comercialización de fragmentos de la misma, que se venden en internet por 400 euros.
Inaugurada en 1916 por el Rey Alfonso XIII, costó 5.700 pesetas. El diseño corrió a cargo del por entonces arquitecto municipal Juan Rafael Alday en 1910, y la construcción la llevó a cabo la empresa Fundiciones Molinao.
Este agarradero, objeto de varias restauraciones por oxidaciones o roturas a lo largo de los años, no ha sido ajeno tampoco a los embates del mar que, por ejemplo, en 2014 arrancó de cuajo quince metros de barandilla que, en diversas ocasiones, ha sido respuesta por Mendia y Murua.
Esta empresa guipuzcoana, con sede en Errenteria, recuerda que la elaboración de cada panel «tiene su secreto» y requiere un proceso artesanal que comienza con la introducción de la barandilla original en un cajón de «arena especial» para fabricar el contramolde.
Una vez realizado el molde, se rellena con material de fundición desde dos extremos en una delicada operación que pocas empresas realizan en España.