La ilustración corresponde a una simulación efectuada por Geenpece sobre como se vería Donostia por la subida del mar, ocasionada por el cambio climático, en 2100.
El Ayuntamiento de Donostia se propone reducir de cara a 2030 un 40% las emisiones de CO2, lo que supone reducir anualmente un 1,6%. A partir de ese año y hasta 2050, la cifra se aumentaría hasta un 5,3% anual.
La ciudad, actualmente, emite al año 1,6 millones de toneladas de CO2, lo que equivale a 8,9 toneladas por donostiarra. Este dato sitúa a la ciudad en un nivel similar a la media europea, pero muy por encima de la de España.
La estrategia prevista, denominada Klima 2050, contará con una gran participación de diversos sectores. Para liderar esta estrategia, el Ayuntamiento trabaja en la creación de una comisión técnica interdepartamental.
Uno de los frutos que dará su trabajo será el Plan de Adaptación de San Sebastián. El informe, que se espera esté listo para noviembre, incluirá un «análisis de riesgos y vulnerabilidades» ante situaciones derivadas del cambio climático, así como una batería de medidas para que el impacto de estas sea menor en la ciudad.
Por otro lado, el Consistorio inicia un proceso de evaluación del sistema de recogida de basuras de la Parte Vieja. El objetivo es determinar su eficacia, el grado de satisfacción de los vecinos de la zona, así como detectar medidas correctoras del sistema.
La primera fase consiste en realizar 400 encuestas al vecindario, hosteleros, comercios y sociedades gastronómicas de la zona. Luego, en junio, se convocarán dos sesiones de trabajo con los sectores afectados y, para terminar, en septiembre se presentará una memoria que recoja los resultados de esta evaluación.
La ilustración corresponde a una simulación efectuada por Geenpece sobre como se vería Donostia por la subida del mar, ocasionada por el cambio climático, en 2100.