La selección del país nórdico logró la hazaña de clasificarse para cuartos de final de la Eurocopa y lo hizo ante Inglaterra, a quien sacó de la competición.
Los jugadores celebraron en la cancha su paso a la siguiente ronda, donde se medirán con la dueña de casa, Francia.
En medio del festejo, los jugadores se acercaron a una de las tribunas para compartir con los hinchas y Aron Gunnarsson, capitán del cuadro islandés dirigió la particular celebración del ‘slow hand clap’, conocido como aplausos lentos, que fue repetido por los asistentes al estadio Allianz Riviera de Niza, acompañados de gritos al unísono como si de una horda vikinga se tratara.