Cuenta con una superficie de 3.875 metros cuadrados y se configura como un espacio único, dotado de una pavimentación uniforme y en la que hay varias zonas diferenciadas.
La intervención realizada en la plaza ronda el millón de euros y ha supuesto la supresión del aparcamiento que dominaba la plaza en los últimos años, devolviendo ese espacio para uso y disfrute del vecindario.
La nueva plaza Blas de Otero, que cuenta con una superficie de 3.875 metros cuadrados, se configura como un espacio único, dotado de una pavimentación uniforme (baldosa hidráulica hexagonal blanca y losa de hormigón) y en la que hay varias zonas diferenciadas.
Se ha colocado una pista multideportiva que está protegida para evitar conflictos con los otros usos de la plaza y una zona de elementos fitness para la actividad física de personas de edad avanzada, una modalidad que tiene una acogida muy favorable en la ciudad.
También cuenta con una zona ajardinada de estancia con banco corrido a lo largo de todo su perímetro y que está presidida por la acacia que ya existía en la plaza y a la que se le han añadido cinco ejemplares nuevos. La existencia de un sótano bajo la plaza condiciona el porte y el tipo de especies y la acacia cumple con este condicionante
También dispone de una cabina de aseo autolavable en acero galvanizado y cristal templado y de una protección perimetral de tubos de acero galvanizado a modo de barandilla. También se han colocado nuevas luminarias led, adecuadas al entorno y que optimizan el consumo de energía.
El entorno de la plaza ha sido en los últimos tiempos objeto de una profunda intervención, que ha dado a la zona de Egia-Duque de Mandas una nueva imagen. Entre esas actuaciones, figuran la creación del Centro Internacional de Cultura Contemporánea Tabakalera con la nueva plaza Nestor Basterretxea, la remodelación del pasadizo subterráneo, la creación de la estación de autobuses y la ampliación de la Escuela de Música y Danza, precisamente bajo la plaza Blas de Otero.