La Ertzaintza de Sestao detenía la pasada semana a un hombre de 48 años, acusado de intentar conseguir fotos de menores de entre 12 y 13 años, con contenido sexual.
La denuncia partió de la familia de una niña de 12 años a la que había captado a través de las redes sociales.
La Ertzaintza lleva a cabo desde hace años una campaña en colegios para prevenir a los menores sobre los riesgos de caer en manos de estos delincuentes y sobre las precauciones para evitarlo.
Charlas en colegios
La sección de delitos informáticos de la Ertzaintza imparte, desde hace más de seis años, charlas en colegios de todo Euskadi para mostrar a los escolares cómo evitar ser víctimas de delitos a través de internet y en caso de serlo, cómo deben actuar. El engaño, coacción y acoso a menores, conocido en los ambientes pedófilos como “grooming” es el mayor riesgo que se puede encontrar un menor al usar las redes sociales. Este peligro se puede anular siguiendo unas precauciones básicas.
Para evitar ser víctima de esta clase de delitos, la Ertzaintza recomienda precaución a la hora de relacionarse con desconocidos en las redes sociales y de grabar o difundir imágenes íntimas o de contenido sexual.
En el caso de menores la recomendación a los padres y madres es que supervisen las comunicaciones de sus hijos e hijas a través de esas redes y alerten a la Ertzaintza en caso de que haya sospechas de delito.
El peligro del Grooming
La mayoría de los menores se conectan a Internet prácticamente a diario, a menudo para actividades de ocio como chatear, jugar o buscar archivos para descargar. Este uso de las redes sociales es una de las vías que emplean pedófilos para contactar con sus víctimas y poner en práctica la técnica conocida como grooming, consistente en un conjunto de estrategias para establecer lazos de amistad con menores en la red al objeto de ganarse su confianza y obtener datos personales, para posteriormente enviarles imágenes de contenido pornográfico. A partir de esa relación y utilizando técnicas de seducción y provocación se incita a los menores a intercambiar imágenes suyas de carácter sexual.
El pedófilo suele usar diferentes identidades y direcciones de correo electrónico, haciéndose pasar casi siempre por personas jóvenes. Para prevenir a los jóvenes, la Ertzaintza en sus charlas les propone una serie de normas básicas de seguridad, a la hora de utilizar las redes sociales:
No facilitar nunca la contraseña a nadie por muy amigo que creamos que es. La contraseña es propia, individual e intransferible. Asimismo, no hay que introducir las contraseñas en páginas web que no tengan nada que ver con el servicio original.
Recordar siempre que en internet todo el mundo puede mentir.
Evitar guardar o intercambiar fotografías comprometidas incluso con las parejas o amistades más íntimas ya que las parejas y las amistades se pueden romper.
Si alguien que creemos un amigo empieza a cambiar su comportamiento en la red, posiblemente le hayan sustraído la cuenta. Comprobarlo.
Apropiarse de la cuenta de correo electrónico de otra persona puede tener consecuencias penales graves, aunque pueda parecer un juego de niños o una broma inocente no lo es.
Nuestros secretos, cuando están en internet, están separados de los delincuentes únicamente por una contraseña.
Nunca hay que ceder ante el chantaje, sea del tipo que sea. Enviar una foto es el origen de una espiral que no se acaba nunca.
Denunciar inmediatamente cualquier situación de acoso o de abuso. Hay que pararla. Estas conductas no terminan hasta que se detiene al delincuente. Ignorarlo no conduce nunca a nada.
Por último, recordar que no existen servicios para averiguar las contraseñas de otras personas.