El Juzgado de lo Penal número 2 de Jaén ha sentado en el banquillo a un vecino de La Carolina, en Jaén, al que el Ministerio Fiscal le acusa de un delito de maltrato animal por dejar morir a su perro de hambre y de sed y por lo que le piden nueve meses de cárcel.
El juicio ha quedado finalmente visto para sentencia después de tres intentos fallidos de juzgar este caso cuyos hechos se remontan al 31 de mayo de 2012 cuando una patrulla de la Guardia Civil alertada por los vecinos encontró un pastor alemán muerto y atado a un poste de una parcela de la urbanización Huerta de San Roque, en Linares.
El dueño del animal ha rechazado en su declaración durante el juicio que hubiera dejado a su mascota durante días sin agua ni comida. Según su declaración, el animal comía a diario de los restos que le llevaba. Lo tenía atado para evitar, según su versión, que se escapara ya que en más de una ocasión lo había hecho.
La defensa ha sostenido que el animal pudo morir envenenado ya que días antes del suceso se había escapado y pudo ingerir algo en alguno de los pozos de plomo que hay en la zona.
Sin embargo, uno de los agentes de la Guardia Civil que encontró el cuerpo del animal ha declarado que el animal, para sus algo más de cuatro años, presentaba signos de malnutrición y que donde se encontraba no alcanzaba a ningún recipiente con comida ni agua. De hecho, ha dicho que allí no había ningún recipiente para ese fin.