El proyecto diseñado en colaboración con el vecindario de Loiola tiene como objetivo transformar el actual tramo viario de casi 600 metros de longitud que discurre entre el puente de los cuarteles y la rotonda de Riberas de Loiola.
La concejala de Participación Ciudadana, la socialista Duñike Agirrezabalaga, ha señalado que “actualmente, esta carretera es un vial con dimensiones e intensidades propias de uno de carácter interurbano. Queremos que con la puesta en funcionamiento de la autovía del Urumea se convierta en un nuevo boulevard con un carácter más urbano.”
La propuesta definifiva, fruto de un proceso de participación ciudadana en Loiola, va a ser presentado hoy al vecindario. “Se reduce el número de carriles de circulación, quedando uno en cada sentido, separados por una mediana de seguridad, sin aparcamientos ni apartaderos para autobuses. De este modo, se reducirá la densidad de tráfico, pero sobre todo su velocidad”, ha señalado Agirrezabalaga.
Esta reducción de la superficie destinada al tráfico rodado permitirá el aumento del espacio disponible para el peatón, con nuevas y amplias zonas verdes y arboladas, generando un espacio amable para los vecinos.
“Loiola se prepara para un gran cambio”, ha dicho la concejala de Participación. “Si hace unos años se vivió una primera fase con la actuación en el núcleo del barrio y paseo del Urumea, ahora se va actuar sobre una zona a la que los loiolatarras le daban la espalda. A ello se une la nueva estación de Euskotren y los espacios liberados bajo el nuevo viaducto. Es decir, lo que antes eran barreras y limites se transforman ahora en una oportunidad para la vida del barrio de Loiola”, ha dicho.
Frente al lateral este de la nueva estación, donde se encontrará uno de sus accesos, se ha diseñado un nuevo y amplio espacio público, una nueva plaza abierta que servirá para albergar todo tipo de actividades al aire libre. Para priorizar el tránsito peatonal a su paso por este ámbito, la calzada se transformará en vial de coexistencia, dotado de pasos con resalto, a lo largo de un tramo de 50 metros, incluido el espacio bajo el puente de la estación.
Junto al puente de los cuarteles, se creará una nueva rotonda para la distribución de los tráficos. Se ampliará el espacio de acera entre el vial y el río, iniciándose a partir de este punto el enlace peatonal con el nuevo desarrollo de Txomin enea.
También se ha tenido en cuenta la demanda del barrio en referencia al acceso al colegio La Salle viniendo desde Martutene, permitiendo la incorporación al mismo mediante un giro a la izquierda desde la travesía de Loiola.
Se va a construir un nuevo aparcamiento subterráneo bajo la travesía con capacidad para 100 plazas y que dará respuesta a la falta de aparcamiento en el barrio.
Otro de los elementos que se ha planteado es la estimación de incorporar un ascensor que conecte la travesía de Loiola con el alto de los Robles, solucionando el problema de accesibilidad de esa zona, lo que implica la eliminación de la pasarela que existe en la actualidad. Este ascensor será objeto de otro proyecto. Lo que se ha tenido en cuenta en el proyecto de la travesía es su ubicación y el espacio necesario para el mismo.
Para la ejecución de este proyecto, primero se tiene que ejecutar el aparcamiento subterráneo, obra que es objeto de otro proyecto constructivo diferente y que está ya redactando la ingeniería ASMATU S.L Una vez finalizadas las obras del aparcamiento subterráneo, que tienen un plazo de ejecución de unos 14 meses, se podrían acometer las obras del proyecto de la travesía.