Bizikidetza Lantzen, el programa que impulsa la Diputación Foral de Gipuzkoa para impulsar dinámicas que fomenten la convivencia a nivel municipal, cerrará 2016 con municipios participantes, es decir, llegando a 457.000 habitantes. El diputado general, Markel Olano, ha hecho una lectura positiva, subrayando que esa cifra significa el 65% de la población de Gipuzkoa. El responsable foral ha felicitado a los municipios que trabajan hoy en día la convivencia, y ha animado al resto a participar en ellas. “No podemos construir el futuro sin cerrar las heridas del pasado, y por eso debemos de ser ambiciosos en este ámbito: para final de legislatura, nos gustaría llegar al 100% de la población guipuzcoana a través de Bizikidetza Lantzen, ha afirmado.
Olano ha hecho estas declaraciones en el transcurso de la jornada ‘Bizikidetza Lantzen: memoria y víctimas’, que ha tenido lugar hoy por la mañana en el palacio foral y que ha servido para hacer balance anual del programa. El diputado general ha abierto el acto y, en la primera parte, han tomado la palabra la investigadora del Instituto Vasco de Criminología Gema Varona y los representantes de Argituz Sabino Ormazabal y Bertha Gaztelumendi. En la segunda parte, los representantes municipales allí presentes han compartido las experiencias en convivencia que están llevando a cabo y analizado posibles mejoras.
En el acto, organizado por la dirección foral de Convivencia y Derechos Humanos que dirige Maribel Vaquero, han participado representantes de Errenteria, Urretxu, Urnieta, Getaria, Idiazabal, Legazpia, Zegama, Arrasate, Beasain, Azpeitia, Lazkao, Elgoibar, Usurbil, Asteasu, Hernani, Mutriku y Aduna, en total, 17 alcaldes y 18 concejales de distinto color político. La propia Vaquero ha sido la encargada de cerrar el evento, ocasión que ha aprovechado para agradecer tanto a los representantes municipales participantes en el acto como a los municipios que han puesto en marcha dinámicas en el ámbito de la convivencia.
En lo que respecta al contenido del acto, la memoria y las víctimas han sido el eje conductor, dos de los ámbitos de trabajo más importantes del programa Bizikidetza Lantzen. Olano ha recordado que ambas cuestiones corresponden al pasado, pero que “las dificultades están también en ese pasado”. “Es muy importante que abordemos bien la visión crítica del pasado, y el hacerlo ahora es uno de los principales retos que tenemos de cara al futuro. Es decir, para que podamos construir entre todos una sociedad que viva en paz y tenga como base los derechos humanos y la dignidad humana, formada por ciudadanas libres”, ha explicado.
Olano ha recordado que Gipuzkoa es el territorio de la Comunidad Autónoma Vasca más castigado por la violencia, y que por ello ha de tener un papel muy activo en el ámbito de la convivencia. “Para ello nos es esencial contar con la participación de representantes municipales, asociaciones y la propia ciudadanía, ya que sin ello no podremos dar pasos adelante”, ha dicho. En este sentido, ha declarado que el papel de la Diputación Foral debe de ser el de activar a estos agentes y acompañarles en su camino, abriendo espacios donde desarrollar iniciativas en torno a la convivencia.
En lo que respecta a 2016, el “principal logro”, según el diputado general, es el de haber recorrido un camino “junto con representantes municipales, asociaciones y ciudadanía”. Asimismo, ha explicado que las conclusiones y aportaciones de la jornada de hoy, así como las de las asociaciones que han trabajado en torno al programa, se tendrán en cuenta a la hora de elaborar el programa 2017. “Queremos aumentar la cifra de municipios participantes año tras año y nuestro deseo es llegar al 100% de los guipuzcoanos y guipuzcoanas para final de legislatura”, ha señalado.
¿Qué es Bizikidetza Lantzen?
En lo que respecta al contenido del programa Bizikidetza Lantzen (trabajando la convivencia), la Diputación Foral ha identificado seis ámbitos “prioritarios” de actuación: la promoción del diálogo y el acuerdo entre las distintas sensibilidades políticas representadas en el Pleno municipal; el impulso de foros y experiencias de convivencia plural; la promoción de iniciativas de educación social en derechos humanos; reforzar el apoyo asistencias a las víctimas desde los consistorios; desarrollar políticas memoriales en el ámbito municipal; y contribuir a los procesos de reinserción de presos.
Sobre estas premisas, y partiendo de la realidad diferenciada latente en los consistorios del territorio, Olano ha explicado que la institución foral plantea a los ayuntamientos tres líneas de colaboración, “para que cada uno puedo optar por aquella que le resulta más adecuada”:
- Convocatoria de subvenciones. La Diputación Foral dará continuidad a la línea de subvenciones de años anteriores, con la condición indispensable de que los ayuntamientos que quieran optar a ellas incluyan en su plan anual de trabajo la línea de trabajo relativa a fomentar el acuerdo y el diálogo entre diferentes sensibilidades políticas.
- Convenios de colaboración. Dirigido a aquellos consistorios que aún no hayan desarrollado ninguna iniciativa en esta materia, o quieren hacerlo pero no con un plan anual, sino como una o dos acciones puntuales. En estos casos, la Diputación Foral podrá acordar marcos de colaboración para el desarrollo de las mismas entre ambas instituciones.
- Implicación foral en el municipio. En el caso de aquellos ayuntamientos que por diversas razones no vayan a desarrollar ni planes, ni acciones puntuales, la Diputación Foral, a través de la Dirección General de Convivencia y Derechos Humanos, estará dispuesta a desarrollar ella misma acciones puntuales en el municipio.
En total, la Diputación Foral ha destinado a este proyecto 300.000 euros en 2016. La directora foral de Convivencia y Derechos Humanos, Maribel Vaquero, ha visitado en lo que va de año 23 municipios, donde ha informado de primera mano sobre estas líneas de actuación y recogido las aportaciones de representantes municipales, asociaciones y ciudadanía.