En tres ensayos clínicos con pacientes con esclerosis múltiple (EM) los médicos han conseguido frenar la progresión del daño cerebral utilizando un fármaco. Ocrelizumab es la primera droga que funciona en la EM primaria progresiva, contra la que hasta el momento no se había hallado ningún tratamiento eficaz.
La Agencia de Alimentos y Fármacos de EE.UU. y las autoridades sanitarias europeas evaluarán ahora su eficacia y seguridad para autorizar su comercialización.
La esclerosis múltiple está causada por una falla en el sistema inmunológico que confunde a una parte del cerebro con un invasor y lo ataca.
El sistema inmunológico destruye la capa de proteína, llamada mielina, que cubre y protege las células nerviosas, y ayuda a enviar las señales eléctricas desde el cerebro al resto del cuerpo.
Los síntomas de la EM incluyen fatiga, pérdida de sensibilidad y fuerza en las extremidades, dificultades para coordinar los movimientos, y paulatinamente, discapacidad.
Los síntomas pueden empeorar, que es lo que se conoce como EM primaria progresiva, o pueden aparecer y desaparecer (remitente-recurrente). Ambas formas son incurables, aunque existen tratamientos para la segunda.
«Los resultados de estos estudios tienen el potencial de cambiar cómo tratamos la EM primaria progresiva y la remitente-recurrente», ha señalado Gavin Giovannoni, profesor de la Escuela de Medicina y Odontología de Londres, quien participó en los ensayos.
«Es una noticia muy importante (…). Es la primera vez que un tratamiento muestra potencial para reducir la progresión de la discapacidad para la EM primaria progresiva, lo cual trae muchas esperanzas para el futuro».