Un hombre armado irrumpió a la 1:00 hora local, del 1 de enero en el club Reina, situado en la orilla del Bósforo, en plena celebración del Año Nuevo y, gritando en árabe, abrió fuego indiscriminado contra los las más de 500 personas que ocupaban el local. Mató a 39 personas e hirió a otras 69.
Hay algunos indicios sobre la identidad del asaltante, que abandonó el arma en el escenario del atentado antes de huir. En contra de lo que se aseguró en un principio, el terrorista no iba disfrazado de papá Noel. Una cámara de seguridad grabó el momento en el que se produjeron los primeros disparos. El terrorista armado con un fusil kalasnikov mató en primer lugar a dos personas que se encontraban en la entrada de la discoteca. Accedió después a la sala con vestimenta oscura y la cabeza cubierta y allí comenzó a disparar de manera indiscriminada.
Aunque la policía turca ya ha difundido la fotografía del sospechoso. Las autoridades turcas insisten en que se trata de un solo terrorista. Muchos supervivientes aseguran que fueron varios los que dispararon dentro de la sala.