Donostia quiere estrechar lazos con otras ciudades, sobre todo europeas, que han surgido durante el año de Capitalidad Cultural, una lista «no exhaustiva», en la que ocupa un lugar preferente la polaca de Breslavia, con la que la relación ha sido «más intensa».
El alcalde donostiarra, Eneko Goia, ha explicado se estudiarán diferentes fórmulas, no solo la del hermanamiento, para consolidar unas relaciones y la proyección internacional de la ciudad con las «oportunidades» que ha abierto San Sebastián 2016.
El gobierno municipal ha aprobado la creación de una comisión técnica que se encargará de analizar la forma de «ir profundizando en esta cuestión».
Goia ha planteado la posibilidad de implicar a los ciudadanos en la relación con las localidades amigas, como ocurre en Wiesbaden (Alemania) y Marugame (Japón), dos de las ciudades hermanadas con la capital guipuzcoana, donde hay asociaciones privadas que «dinamizan y llevan el peso de los hermanamientos».