Saioa, una pequeña con trastorno del espectro autista, tendrá en este cachorro la ayuda necesaria para integrarse mejor en la sociedad. Se llama Rita, es una perra Labrador que ha sido entrenada en la fundación Bocalan, en Madrid
Rotary Club San Sebastián, dentro del programa “Regálame una sonrisa” ha financiado para Saioa, una niña con autismo de 3 años que vive en Bizkaia, esta perra de asistencia que se convertirá en una a herramienta que le permita integrarse mejor en la sociedad.
El cachorro, un perro labrador, ha sido entrenado en la Fundación Bocalan, en Madrid, para que se convierta en la fiel compañera de la pequeña. La perra será su protectora, su guía, tanto de día como de noche. Dormirá con ella para tranquilizarla. “Los niños con autismo suelen relajarse al escuchar los latidos del perro”, cuenta la ama de la niña, Inga Aguirreamalloa.
Saioa “irá sujeta por un arnés a la perra que le ayudará a pasear correctamente”, comenta la madre de la pequeña.
La convivencia con estos perros produce efectos socializadores, muy efectivos y fomentan: el aumento de las habilidades sociales, la atención, concentración, autoestima y la comunicación. La mejor edad para empezar a convivir con estos canes suele ser a partir de los 3 ó 4 años, ya que hasta los 6 se mantienen las conexiones internas del cerebro y Rita ha llegado en el momento ideal para la pequeña.
Esta terapia se ha podido llevar a cabo, gracias a la ayuda de Rotary San Sebastián, que ha financiado la compra y adiestramiento de este perro con un coste de 15.000 euros.
Según los responsables de Rotary, “conseguir un can de asistencia no es fácil. Existen dos formas: una es la adopción, entrando las familias en una lista de espera, o a través de un patrocinador. Es justo en ese momento, cuando Inga nos contó la historia y nos pusimos a trabajar y organizar distintas actividades para ayudar a esta familia. Ahora concluímos 2016 de la mejor manera, sabiendo que tenemos algo que ver en la sonrisa que todos ellos esbozan.”