Euskadi cuenta ya con 1.466 desfibriladores automáticos instalados, cuando va a cumplirse, el próximo 27 de enero, dos años desde la aprobación por parte del Gobierno Vasco, del Decreto, por el que se regula su instalación y uso y que establece la obligatoriedad de su instalación en espacios públicos concurridos.
En estos dos años, prácticamente se ha triplicado el número de desfibriladores instalados en Euskadi.
Promover el uso de desfibriladores fuera del ámbito sanitario para salvar vidas es el principal objetivo del decreto de 2015 que surgió de la concienciación social ante el problema de la muerte súbita y de la determinación y el interés del Gobierno Vasco por este problema de salud, que, con los criterios establecidos en la normativa vasca, hace que Euskadi sea una de las CCAA con mayor número de desfibriladores y se sitúe entre las que más ha aumentado su número.
Euskadi cuenta con desfibriladores instalados en grandes establecimientos públicos y comerciales, aeropuertos, estaciones de autobuses, trenes y metro, instalaciones deportivas y de espectáculos y centros educativos, entre otros, que pueden ser utilizados por personal ajeno a la profesión sanitaria lo que ayudará a aumentar las expectativas de supervivencia de una persona, en caso de parada cardiorrespiratoria, mientras llegan los servicios de emergencias.