Este martes, la ONG «Save the Children» difundía los datos de su informe «Desheredados. Desigualdad infantil, igualdad de oportunidades y políticas públicas en España» que aporta datos alarmantes sobre la situación de los menores tanto a nivel del Estado como de la CAV.
En el caso de Euskadi, el informe alerta de que el 9 por ciento de los niños que residen en la comunidad, viven en situación de pobreza severa, porcentaje que ha aumentado en cinco puntos desde 2008.
La responsable de Save the Children en Euskadi, Eva Silván, ha afirmado en un comunicado que, en Euskadi, «un niño que nace en un hogar pobre puede estar condenado de por vida a serlo», ya que las administraciones no permiten que los niños tengan las mismas oportunidades, sino que «se les pone zancadillas a quienes peor están. Ni las políticas públicas de protección social ni el sistema fiscal están diseñados para reducir la desigualdad y acabar con la pobreza».
Aunque en Euskadi la pobreza infantil y la desigualdad se ven reducidas por las transferencias sociales, su impacto es «relativo» entre la infancia en situación de mayor vulnerabilidad, según la ONG, que considera que el sistema de protección social vasco no está siendo igualmente eficaz con las familias con hijos a cargo que con el resto de colectivos.
En el caso de las familias monoparentales, la tasa de pobreza relativa en Euskadi duplica a la de las familias en pareja, y, aunque las ayudas han permitido amortiguar los efectos de la crisis, no han frenado el incremento de la desigualdad en relación con el resto de comunidades.
El sistema educativo en Euskadi «tampoco sirve para igualar las diferencias de origen de sus alumnos», por lo que Save the Children aprecia «una gran brecha de rendimiento escolar» según el origen socioeconómico y cultural del alumnado, ya que el alumno nativo tiene una puntuación media 1,2 veces superior al de origen extranjero.
Los datos de repetición escolar en Euskadi revelan una alta concentración de repetidores en ciertos centros educativos, superiores a los del resto de comunidades autónomas, con lo que la posibilidad de repetir para un niño de ingresos bajos es 2,4 veces superior a la de un niño con ingresos altos, incluso aunque ambos tengan las mismas competencias de lectoescritura y matemáticas.
La organización humanitaria recomienda analizar la efectividad de las actuales prestaciones desde un punto de vista de protección de la infancia, por grupos de renta, colectivos (familias monoparentales y de origen extranjero) y comarcas, y profundizar y extender el sistema de rentas mínimas y ayudas a la vivienda para mejorar las necesidades específicas de los niños de los colectivos más vulnerables.
Asimismo, aboga por recuperar el nivel de inversión pública en educación anterior a la crisis e incrementar la dotación dirigida a la escuela pública, y por impulsar medidas encaminadas a incrementar la escolarización temprana (Educación 0-3) para los colectivos con menos recursos.
Por último, La ONG propone impulsar un plan de política educativa de lucha contra la segregación escolar, que garantice la equidad en el acceso a la educación de los alumnos de Euskadi, independientemente de su origen o condición.