La huelga de los estibadores portuarios que estaba prevista para los próximos días 20, 22 y 24 de febrero, ha sido suspendida. El Ministerio de Fomento ha logrado evitar de momento, el parón en la actividad en los puertos y las grandes pérdidas económicas que esta huelga habría supuesto.
Tras la convocatoria de los trabajadores de la estiba para parar su actividad el 20, 22 y 24 de febrero y su anuncio de nuevas convocatorias de huelga, Fomento anunciaba ayer miércoles, a última hora, que retrasaría la aprobación de la reforma del sector – instada por las autoridades europeas – si los trabajadores desconvocaban los paros y se sentaban de nuevo a negociar.
Las organizaciones sindicales han decidido así desconvocar la huelga y han advertido, sin embargo, que la suspensión también dependerá de la posición que adopte la patronal, Anesco (Asociación Nacional de Empresas Estibadoras y Consignatarias de Buques).
Fomento ha pedido que sindicatos y patronal retomen el diálogo en el marco de la negociación colectiva, como condición para no llevar la aprobación de la norma al Consejo de Ministros de este viernes, sino dentro de siete días.
Según el Ministerio, algunas cuestiones planteadas por los profesionales de la estiba no tienen cabida en el real decreto ley porque la Comisión Europea (CE) no lo permite, pero sí pueden abordarse mediante la negociación colectiva.
La sentencia europea de diciembre de 2014 obliga a modificar el modelo español de la estiba que pasaría por la obligación para las empresas estibadoras de contratar a trabajadores provenientes de las Sociedades de Gestión de Trabajadores Portuarios (Sagep) en un porcentaje del 75%, que se iría reduciendo al 50% en el segundo año y al 25% en el tercero y último.
Los principales puntos que se deberán resolver en las nuevas negociaciones son los que se refieren a la garantía de los puestos de trabajo o subrogación, para evitar que se complete un despido colectivo de la actual plantilla en los tres años de transición hasta liberalizar la actividad; la definición de los requisitos para ser considerado estibador; y la perpetuación del actual modo de organización del trabajo en los puertos.