A casi 40 años luz de la Tierra, en la constelación de Acuario, hay una estrella enana del tamaño de Júpiter, alrededor de la cual gira el último gran descubrimiento anunciado por la NASA. Se trata de TRAPPIST-1, que alberga en su órbita un sistema solar con siete planetas similares a la tierra, tres de ellos tienen todas las condiciones para albergar vida.
«El descubrimiento nos da una pista de que hallar una segunda Tierra no es un tema de si ocurrirá, sino de cuándo», dijo el jefe de la NASA Thomas Zurbuchen el miércoles en una conferencia de prensa.
TRAPPIST-1 es una estrella pequeña y fría, tiene siete planetas, tres de ellos se encuentran en la denominada zona habitable; el lugar en que un cuerpo celeste puede tener agua; y al menos los seis planetas interiores son comparables en tamaño y temperatura a la Tierra.
Los planetas que orbitan TRAPPIST-1 son parte de los más de 3.500 planetas descubiertos más allá del planeta solar, llamados también exoplanetas, y que los astrónomos llevan años estudiando con la esperanza de encontrar en sus sistemas planetas gemelos de la Tierra, RAPPIST-1 es el primer sistema de este tipo explorado con resultado positivo.
La estabilidad del sistema aún no está clara, según ha comunicado la Nasa, se trata de un sistema dinámico complejo, las masas de los planetas aún no están determinadas con precisión, no se sabe aún el período orbital del séptimo planeta, y podría haber más planetas.
Para seguir estudiando el nuevo sistema, la NASA lanzará en 2018, el telescopio James Webb. Su principal objetivo será buscar atmósferas ricas en oxígeno que junto con la existencia de agua en los planetas descubiertos, indicarían la existencia de vida.
tiene pensado su lanzamiento en el otoño de 2018, por lo que tendremos que esperar para probar hasta algún tiempo después de eso. Resulta que algunas atmósferas ricas en oxígeno que pueden existir no son creadas para la vida, por lo que asociar el oxígeno requerirá cuidado. ¡Espero que podamos encontrar, identificar y anunciar en pocos años!