Se debatía, en el Parlamento europeo sobre la brecha salarial entre hombres y mujeres. Se instaba a plantear una lucha real para reducir esta desigualdad, partiendo de mejoras como la conciliación y la corresponsabilidad familiar y planteando la asignación de responsabilidades en empresas y sector público por mérito y capacidad, sin que el género penalice.
Hasta ahí, nada que destacar, hasta que le tocó, o quiso hablar, el polémico eurodiputado polaco Janusz Korwin-Mikke, conocido como JKM y por sus siempre discutidas declaraciones de corte racista, machista y antisemita.
Korwin-Mikke se deslizó, defendiendo acaloradamente la brecha salarial entre hombres y mujeres y justificándola además por el hecho, según su convencimiento, de que la mujer es “inferior” al hombre.
“¿Sabe usted qué papel ocupaban las mujeres en las Olimpiadas griegas? La primera mujer griega, ya se lo digo yo, estaba en el puesto 800. ¿Sabe usted cuántas mujeres hay entre los primeros 100 jugadores de ajedrez? Se lo diré: ninguno. Por supuesto que las mujeres deben ganar menos que los hombres. Porque son más débiles, más pequeñas, menos inteligentes, y por eso tienen que ganar menos”, ha sentenciado el eurodiputado polaco que actualmente, no está adscrito a ningún partido político.
La europarlamentaria socialista Iratxe García, enfadada pero con calma que otorga la razón, le espetó:
“Mire, señor diputado. Según sus teorías, yo no tendría derecho de estar aquí como diputada. Y sé que le duele y le preocupa que hoy las mujeres podamos estar representando a los ciudadanos en igualdad de condiciones con usted. Yo aquí vengo a defender a las mujeres europeas de hombres como usted”.
Si no puede ver bien este vídeo, pinche aquí.