Los vecinos de Barakaldo se han unido para prestar toda la ayuda posible a a Ángel, un joven de 22 años, que carece de recursos y que vive en una pequeña y antigua garita construida bajo el puente de la autopista en la zona entre los barrios de Llano y Cruces.
Las redes sociales son elescenario de esta campaña solidaria que ha sido iniciada por Ilona Zamora, una vecina de la localidad y que ha hecho un llamamiento general a través de dos grupos de Facebook: ‘Tu no eres de Barakaldo si…’, que cuenta con 13.453 miembros, y ‘Barakaldo Solidario‘, que tiene 1.647 seguidores.
Ángel es un chico de Llodio, que, «por malas circunstancias familiares ha ido de un centro de acogida a otro, hasta terminar viviendo en la calle», explica Ilona, «no tiene ningún problema de alcohol ni de drogas».
Ángel desayuna y come en las instalaciones de la asociación Goiztiri, pero «no tiene donde cenar y va a dormir a la garita debajo del puente porque tiene perros y no admiten animales en los albergues», en la garita, continúa explicando la impulsora de la campaña, «vive en tensión y apenas duerme por el miedo de que venga alguien y le haga daño» porque la construcción no tiene puerta.
Tras acondicionar y limpiar esa pequeña construcción, en una ocasión un intruso entró y prendió fuego al colchón donde Ángel dormía.
Ángel, que esta semana cumplirá 23 años – edad necesaria por normativa- , podrá solicitar ayudas de emergencia social (AES) y la RGI ya que ha conseguido empadronarse en el Ayuntamiento de dando la dirección de la garita, pero, tiene que acreditar que esa es su vivienda y el trámite se alargará durante tres meses.
«Después tendrá derecho al acceso a la RGI y las AES», ha insistido Zamora.
Desde las redes sociales se pide a los vecinos ayuda para que «pueda vivir un poco mejor este tiempo que le queda». Solicitan voluntarios para pintar el habitáculo, y colocar un suelo en condiciones», así como gente que pueda colocar una puerta «para que Angel pueda descansar tranquilo».
Zamora ha explicado que esta misma semana van a comprar una puerta de hierro, con el dinero aportado por vecinos «solidarios», y también van a vacunar a los perros.
Más de 40 personas se han ofrecido ya a ayudar, «bares de la zona le dan pinchos para que pueda cenar, una chica le ha dejado un móvil, y le hemos conseguido un camping-gas para que pueda calentarse la comida», ha explicado Zamora.
Ángel, ha estudiado hostelería y lo que quiere es «una oportunidad» para trabajar. Cuestión difícil mientras no pueda asearse debidamente y mantener su ropa limpia, recuerda Zamora.