Con más de 12.000 unidades vendidas, este semáforo inteligente avisa del tiempo restante para emprender la marcha.
Se puede programar de forma muy sencilla para dar paso alternativo y para regular una intersección o rotonda de tres y cuatro entradas.
El semáforo de obra Millenium de Lacroix Señalización está cosechando un importante éxito en Europa, donde se han vendido más de 12.000 unidades. Este semáforo de obra “inteligente” se presenta como un producto práctico, eficiente y fácil de manejar, que aporta mejoras en la señalización de las obras.
Entre las características técnicas del semáforo de obra Millenium destaca la robustez, la funcionalidad y la alta visibilidad. Se ha concebido con los criterios de eficiencia propios de las soluciones de Lacroix Señalización.
Se trata de un semáforo de obra con poste telescópico para poder colocarlo a la altura deseada, rodante y con sistema de plegado para facilitar su transporte. En cuanto a los materiales, está realizado con bastidores y postes en acero, lo que lo hace a la vez resistente y práctico a al vez. Cuenta con LEDs de gran angularidad que limitan el efecto túnel y facilitan que la señal sea detectada desde una gran distancia, lo que aumenta su fiabilidad.
Un plus importante del semáforo de obra Millenium, en cuanto a seguridad, es el descontador; la solución visual y pedagógica para informar al usuario del tiempo restante de espera antes de emprender el camino y con el que se fomenta el cumplimiento de las normas de tráfico temporales. Este aspecto es una gran ventaja en las obras y permite a los conductores saber cuánto tiempo de espera les queda, eliminando la incertidumbre que tanto malestar genera en estas situaciones y reduciendo la incitación a saltarse la luz roja.
El descontador está integrado en la óptica central de la cabeza del semáforo, tiene una óptima legibilidad y está protegido contra agresiones externas.
Su carácter inteligente viene dado porque es programable y permite todo tipo de configuraciones, sin necesidad de caja de control, semáforos master ni esclavos, ya que todos los semáforos son iguales.
Se puede programar de forma muy sencilla, no solo para dar paso alternativo, sino también para regular una intersección o rotonda de tres y cuatro entradas. Cuando se apaga, conserva la última configuración hasta se programa de nuevo. Desconectado, la información programada se conserva durante 20 minutos, dando tiempo al cambio de baterías.
Este semáforo de obra es resultado de la actividad del departamento de I+D+i de Lacroix Señalización para el desarrollo de equipamiento eficiente, con el objetivo de mejorar la seguridad de carreteras y vías urbanas. La firma enfoca sus nuevas soluciones en el marco de las ciudades inteligentes.