La justicia ha condenado a seis años de cárcel y a otros 20 más de internamiento en una institución psiquiátrica para el joven de 27 años que mató a su padre el 17 de septiembre de 2015 en Donostia.
El escrito constata que el inculpado padece una «equizofrenia paranoide continua» con una «importante alteración del pensamiento» que le causaba ideas delirantes y que «motivaba que sus facultades intelectivas y volitivas estuvieran gravemente limitadas, pero sin pérdida completa de las mismas».
El juez le ha considerado responsable de asesinato con agravante de parentesco y con el eximente de anomalía psíquica.
El ahora condenado mató a su progenitor, que entonces tenía 48 años, con un cuchillo doméstico que le clavó en varias ocasiones, en el garaje comunitario del edificio donde ambos residían, en la calle Berrea Behea.
Además de las citadas penas, la resolución incluye una medida de libertad vigilada por un período máximo de cinco años para el acusado.