Con más del 80% de los votos escrutados, el partido liberal VVD del primer ministro holandés, Mark Rutte se ha proclamado ganador de los comicios al conseguir 33 escaños.
El Partido Por la Libertad del ultraderechista Geert Wilders ha obtenido 20 escaños, empatado en la segunda posición con los democristianos de la CDA y los centristas de D66.
Las urnas han dado un vuelco a los sondeos que, desde hace meses, apuntaban a que la formación liderada por Wilders sería la fuerza más votada. La sociedad holandesa y Europa temían que las posturas extremistas del Wilders – al que se ha llamado el Trump holandés- llegaran al poder. El discurso político de Wilders de distingue por su islamofobia y por sus convencimiento de que el país debe alejarse de la Unión europea.
El cualquier caso, Wilders ha obtenido 5 escaños más frente a los 8 que pierde Rutte respecto a las elecciones anteriores.
Los grandes perdedores de estas elecciones son los laboristas del PvdA, que forman parte de la coalición que gobierna en la actualidad junto con el VVD, que se dejan hasta 29 escaños y se quedan con tan solo 9 diputados.
Los grandes beneficiados de estas elecciones son los verdes de GroenLinks, un partido que hasta hora tenía tan solo cuatro diputados, pero que en estas elecciones sube hasta los 14.
La participación se ha colocado en un 82% frente al 74,6 % de las elecciones precedentes. Y como novedad, Holanda ha recuperado para estos comicios, el conteo manual de los votos para evitar los posibles hackeos que se atribuyen a las últimas elecciones realizadas en otros países, principalmente en Estados Unidos.