Y la culpa la tienen los turistas que gastan “cantidades ingentes” de papel para asear sus partes después de utilizar los baños públicos.
Así que el gobierno municipal de la ciudad ha tomado una medida de los más contundente para evitar este dispendio y ha instalado ahora en los baños públicos del Templo del Cielo, una máquina escanea el rostro del usuario, le dispensa un trozo de papel higiénico de 60 centímetros de longitud y no le permite volver a usar más hasta que han pasado nueve minutos. No es la primera, ya tiene otras instaladas en los baños de otros lugares turísticos de la urbe.
«Creemos que es la única manera de evitar el despilfarro de papel higiénico», explicó a la prensa local el diseñador del polémico aparato. «Si alguien se encontrase realmente indispuesto puede solicitar ayuda a nuestro personal».
La Oficina Municipal de Parques de Pekín lanzó una campaña en la red social Weibo (el Twitter chino) a principios de marzo para concienciar a la gente, en especial a los turistas chinos, sobre un uso responsable de estas instalaciones públicas, ya que algunos usuarios se llevaban el papel.
Las primeras máquinas se instalaron el pasado año en varios aseos públicos del Parque Olímpico de la capital china, una zona que ya cuenta con un total de hasta veinte dispositivos y que, según trabajadores del recinto, ha generado un ahorro de unos 2.100 yuanes mensuales (alrededor de 300 dólares, 285 euros) por baño.