Este lunes tenía lugar en el Aquarium de Donostia la presentación del proyecto Redcycle, una iniciativa llevada a cabo desde la marca Ternua y OPEGUI, la Organización de productores de pesca de bajura de Gipuzkoa, y que ha contado con el apoyo de Gobierno Vasco.
Las redes marinas en desuso representan una grave amenaza para la naturaleza. Se calcula que hay 640.000 toneladas de redes marinas en los fondos marinos que, además de contaminar, suponen un peligro de muerte para algunas especies animales. Asimismo, actualmente hay toneladas de redes inutilizadas y abandonadas en cofradías de pescadores que por suerte no han sido vertidas al mar pero que tienen un destino indefinido.
Para este proyecto, la marca Ternua ha cooperado con la empresa italiana Aquafil, pionera en un proceso de reciclaje único que permite transformar las redes en desuso junto con otros materiales de desecho de Nylon, en hilo regenerado ECONYL (R).
Después, las redes son enviadas a Eslovenia, donde Aquafil prepara, desmenuza y limpia los residuos para enviarlos a la planta de regeneración de ECONYL (R). Allí, los residuos comienzan su viaje a través de la regeneración, volviendo a la materia prima y convirtiéndose en hilo ECONYL®, que se envía a los productores de tejido.
El hilo final es el resultado de la mezcla del reciclado de redes de pesca con otras materias recicladas (como moquetas). Ese hilo es enviado a la empresa IBQ de Barcelona, donde se desarrollan los tejidos y, una vez en Mondragón, Ternua comienza el proceso de diseño y desarrollo de las prendas con el resultado de un nuevo tejido que pasa a transformarse en una prenda reciclada, reciclable y respetuosa con el Planeta.
Gracias a la recogida de las primeras 12 toneladas de redes, Ternua ha podido generar 9 toneladas de poliamida reciclada aprovechable, y ha evitado que para generar ese material en forma de poliamida virgen se hayan tenido que consumir 18 toneladas de petróleo y generar 40 toneladas de CO2.