La Fundación Amancio Ortega donaba a finales del pasado mes de marzo 320 millones de euros a la sanidad pública, bajo las premisas de que el dinero se invirtiera en exclusiva en la lucha contra el cáncer y que fuera repartido entre todas las comunidades autónomas.
La donación incluía el compromiso de que la inversión se destinase a la compra de 290 equipos de radioterapia de última generación a cargo de los departamentos de salud de cada comunidad autónoma.
Euskadi recibe 14.700.000 euros de ese aporte económico y el Gobierno Vasco y la Fundación del primer accionista de Inditex acaban de firmar un acuerdo para destinar esta cantidad a la compra de 5 aceleradores lineales para radioterapia y un mamógrafo.
Osakidetza se hará cargo de la adquisición de estos equipos y los aceleradores se instalarán en los Hospitales Universitarios de Cruces, Basurto, Txagorritxu y Donostia, el mamógrafo se incorporará para su uso al programa de screening de cáncer de mama.
En marzo y tras el anuncio de Amancio de Ortega, la Sociedad Española de Oncología Radioterápica se congratulaba por la donación y advertía que el 42 por ciento de los equipos de radioterapia del Estado están actualmente obsoletos, lo que abocaba a una situación catastrófica.
La falta de equipos de aceleradores lineales, advertían, provoca que en España, uno de cada tres pacientes no puda recibir tratamiento de radioterapia.
Actualmente, el sistema sanitario público vasco cuenta con 10 aceleradores lineales y 1 equipo de braquiterapia para la atención oncológica de la CAPV pero con necesidades de renovación de algunos de ellos y gracias al acuerdo suscrito con la Fundación, podrá reponerse la mitad del parque tecnológico de aceleradores.
El cáncer es la primera causa de muerte en Euskadi, el 30,8% de las muertes anuales se deben a esta enfermedad. Tanto por su elevada prevalencia como por el aumento en la complejidad de su diagnóstico y terapia, el cáncer constituye una prioridad indiscutible para el Departamento de Salud y Osakidetza y de ahí la importancia de este acuerdo de colaboración con la Fundación Amancio Ortega que va a permitir mejorar notablemente en Euskadi los recursos diagnósticos y terapéuticos destinados a todas las personas con cáncer.