Empate importante de la Real en Sevilla.
Los dos equipos necesitaban los tres puntos. Unos, los locales, para seguir peleando por esa tercera plaza que salvo debacle se quedará el Atlético. La Real, para meter presión a Villarreal y Athletic en esa preciosa pelea por los puestos europeos que lidian los tres conjuntos. Así que el empate no satisfizo a ninguno de los dos, que se arriesgan a que el fin de semana les deje a más de un partido de distancia de los equipos que les preceden. Y quedando sólo dos jornadas más de Liga, no es buen augurio.
La Real comenzó al ataque, con varias ocasiones de Carlos Vela, que no se materializaron.
Poco a poco, el Sevilla le fue tomando el pulso al encuentro también en ataque, al ritmo que le marcaba Nasri, que se fue calentando hasta tomar las riendas del choque. Un mano a mano mal definido Ben Yedder marcó el comienzo del dominio de los de Sampaoli frente a una Real cada vez más encerrada atrás. No por convicción propia, sino porque el Sevilla no le dejaba muchas más opciones.
Al final, y tras un zurdazo de Escudero que Rulli sacó con la punta de los dedos, el Sevilla encontró el premio a través de Sarabia. La jugada nació con un error con el balón de Raúl Navas. El balón llegó a Ben Yedder, que la peleó con bravura (y quizá con juego peligroso, eso demandaban los donostiarras) para quedarse el esférico y servírselo en bandeja a Sarabia para que batiera a Rulli.
Así siguió el Sevilla en la segunda mitad, dominando el encuentro y alcanzado las inmediaciones del área txuriurdin con relativa facilidad. Daba la sensación de que los locales tenían el partido bajo control hasta que la Real se encontró con un gol en una jugada que no revestía peligro. Lenglet y Sergio Rico no supieron qué hacer ante un centro sin peligro de Yuri. Al final el central francés despejó a las piernas de N’Zonzi, Vela recogió el rechace y empató el choque.
Fue un regalo que revitalizó a la Real, cuyo atrevimiento fue creciendo en la misma proporción que los nervios de la zaga del Sevilla. Cinco minutos después del empate, otro grave error defensivo estuvo a punto de suponer el segundo tanto de Vela, aunque en esta ocasión Rico pudo reaccionar a tiempo: el mexicano se pensó demasiado el remate. Los buenos minutos de la Real, mejorada con la entrada de Canales, acabaron abruptamente cuando el árbitro expulsó a Zurutuza con una segunda amarilla muy rigurosa. A partir de ese momento, los de Eusebio se vieron obligados a dar por bueno el empate. No así el Sevilla, que con Iborra y Jovetic como últimos cartuchos sobrecargó el área de Rulli en los minutos finales con insistencia pero sin eficacia.