La Ertzaintza está investigando dos posibles casos del ‘juego’ de la Ballena Azul. Uno de ellos en Errenteria y el otro en Durango. Las víctimas serían dos menores de 14 y 17 años.
La Ertzaintza alerta de que este peligroso juego puede haberse instaurado en Euskadi con dos casos que parece ser, podrían haberse detectado y que se están investigando.
El reto de la “ballena azul”, se lanza a través de las redes sociales y en él se llama a adolescentes de especial vulnerabilidad, a llevar a cabo una serie de pruebas que demostrarán su desagrado y desarraigo con la realidad que les rodea.
Seguidos por menores que atraviesan momentos delicados a nivel emocional o psicológico, las pruebas que se plantean van desde situarse en situaciones de peligro a producirse lesiones. Una vez pasada cada prueba, se continúa con otras aún más duras, con la ultima finalidad de acabar el reto con el suicidio.
Los casos que se han detectado en Euskadi estarían, por fortuna, en las fases preliminares del juego. En el caso particular del joven de Durango, la alarma la dieron sus propios compañeros de clase.
Según ha difundido la Ertzaintza en una nota divulgativa, la peligrosidad del reto consiste fundamentalmente en el perfil de las víctimas a los que va dirigidas: adolescentes en pleno proceso de conformación de su personalidad y altamente influenciables; también por su amplia e imparable difusión a través de redes sociales.
“El juego consiste en ir superando una serie de retos, numerados del 1 al 50, en el que el administrador va influenciando a la víctima en ideas tendentes al suicidio. Las pruebas van desde despertarse a horas intempestivas para ver películas de terror, generarse autolesiones (cortes en brazos y piernas), o permanecer en lugares elevados (puentes o edificios). La última prueba sería el suicidio de la víctima. La persona que controla el reto especifica claramente que una vez iniciado el mismo no se puede abandonar, y que éste tiene que permanecer oculto para terceras personas (educadores, familiares, etc).
Cualquier persona que interactúe con la potencial víctima puede variar las pruebas, los desafíos y la finalidad del mismo a sus intereses particulares. Incluso menores de edad pudieran utilizar este tipo de “juego” para acosar y hostigar a otros menores de edad de su entorno (“bullying” / “ciberbullying”), o simplemente realizar o plantear a otros menores actividades especificadas en el “reto” que implican gran peligrosidad, tales como permanecer o transitar por el borde de lugares elevados (puentes o edificios) o autolesionarse.
El aviso preventivo pretende que el conjunto de la Ertzaintza y, en especial el personal que desarrolla actividades formativas con menores en centro educativos, tengan información y herramientas para detectar y evitar este tipo de comportamientos de riesgo.”