Según recoge un comunicado de la comisaria europea de Competencia, Facebook proporcionó información «incorrecta o engañosa» durante la investigación que se abrió en 2014 sobre la adquisición de WhatsApp.
La Comisión Europea ha anunciado este jueves la imposición de una multa de 110 millones de euros a Facebook por proporcionar información «incorrecta o engañosa» durante la investigación que abrió en 2014 a la adquisición de la aplicación móvil de mensajería WhatsApp por parte de la red social.
«La decisión de hoy manda una clara señal a las empresas sobre que deben cumplir con todos los aspectos de las normas de fusiones de la UE, incluyendo la obligación de proporcionar información correcta. Impone una multa proporcionada y disuasoria a Facebook», señaló en un comunicado la, Margrethe Vestager.
La CE alega que Facebook ha cometido dos infracciones distintas, por un lado aportando información inexacta y engañosa en el formulario de notificación de la concentración, y por otro en la respuesta a una petición de información por parte de la Comisión.
«La Comisión considera que estas infracciones son graves puesto que le han impedido tener todas las informaciones necesarias para cumplir su tarea de evaluar la operación», añade el Ejecutivo.
La CE asegura que cuando Facebook notificó la adquisición de WhatsApp en 2014, la sociedad informó a la CE de que «no estaría en medida de establecer de manera fiable la correspondencia automática entre los usuarios de Facebook y los de WhatsApp». Sin embargo, en agosto de 2016, WhatsApp anunció una actualización de sus condiciones y de su política de confidencialidad, incluida la posibilidad de asociar números de teléfono de los usuarios de WhatsApp a sus perfiles de Facebook.
En diciembre, la CE expuso a Facebook su preocupación e identificó que, contrariamente a lo que había declarado Facebook en 2014, la posibilidad técnica de conectar las identidades de los usuarios en Facebook y WahtsApp ya existía y que los empleados de la red social estaban al corriente de esta posibilidad.
Se trata de la primera vez que la CE adopta la decisión de multar a una empresa por proporcionar información inexacta o engañosa desde la entrada en vigor de este reglamento, en 2004.