Expertos del Grupo de Trabajo de Salud Mental de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia que participan en el XXIV Congreso Nacional de Medicina General y de Familia que se celebra en Donostia, han subrayado que la depresión es una «enfermedad sistémica con graves consecuencias», si se tiene en cuenta que el 15% de los pacientes con depresión grave son vulnerables al suicidio.
Los doctores Antonio Torres y Fernando Gonçalves, han destacado que «si cualquier enfermedad crónica afecta al sistema natural de la convivencia, que es la familia, la naturaleza especial de la depresión convierte a ésta en centro de vital importancia para el tratamiento, la superación del proceso y evitar el riesgo de recaídas».
Pero además de la necesidad conseguir una «alianza terapéutica» con la familia para poder superar la depresión, los doctores advierten de que los familiares también pueden verse «contagiados».
El síntoma principal de la depresión es la «tristeza patológica» y actualmente su capacidad de expansión a las personas del entorno está siendo estudiada, apreciándose «una mayor vulnerabilidad para su padecimiento a los convivientes».
Torres y Gonçalves señalan como «prioritario» que el médico de Atención Primaria pueda realizar una intervención temprana en la familia «para prevenir el daño y favorecer los mecanismos de ayuda que posibilitarán una mejor evolución de la enfermedad y un menor impacto en las personas que conviven con el depresivo».
Según estimaciones de los expertos, «el 50% de los pacientes con depresión están infratratados» y más de la mitad de ellos abandona el tratamiento precozmente.
En su opinión, «el problema no es que los médicos de familia no estén preparados para su abordaje y tratamiento», sino que no disponen del tiempo suficiente en sus consultas para poder hacer un diagnóstico precoz de la enfermedad depresiva.