De momento se contabilizan 19 fallecidos y 59 heridos tras registrarse dos explosiones este lunes por la noche al final de un concierto de Ariana Grande.
Cuando finalizaba el concierto y el público comenzaba a abandonar sus asientos, poco después de la nueve y media de la noche, dos explosiones tenían lugar en el vestíbulo del estadio de la ciudad de Manchester que tiene capacidad para 21.000 espectadores y es uno de los mayores recintos para espectáculos musicales en toda Europa.
Los asistentes al concierto eran mayoritariamente jóvenes e incluso niños, fans de la estrella del pop.
Por el momento, nadie ha asumido la autoría de lo que según la policía británica parece un atentado terrorista.
Las fuerzas de seguridad de Manchester han anunciado a través de su cuenta de twitter que la situación «está siendo tratada como un incidente terrorista». Por su parte especialistas americanos en terrorismo islámico, aseguran que los primeros indicios apuntan a que la explosión es consecuencia de un ataque suicida.
La policía tuvo conocimiento de la explosión con las primeras llamadas de denuncia, sobre las 22.33 hora local.
Las redes sociales de hacían eco del caos y la angustia tras la explosión. Un video publicado en Twitter mostraba a seguidores de Grande gritando y huyendo del lugar. Decenas de padres buscaban desesperadamente a sus hijos, publicando fotos y pidiendo información en las redes sociales.
Reino Unido se encuentra actualmente en el nivel de alerta antiterrorista «severo», el segundo más alto, lo que significa que un ataque de extremistas es considerado altamente probable.