Se estima que hay 18.600 metros cúbicos de piedras, de los que el 95% serían escombros, hasta el domingo se prevé retirar unas 750 toneladas de piedras.
La máquina despedregadora comenzaba ayer martes a trabajar en el arenal de Ondarreta y estará operando hasta el domingo en esta primera fase de retirada de piedras que tendrá continuación en otro operativo en julio.
La playa tiene aproximadamente unos 18.600 metros cúbicos de piedras, de los que al menos «un 95% se corresponderían con escombros y algunos, extraídos de las canteras cercanas a la playa, que se han confundido con piedras naturales» según señalaba Jon Etxezarreta, biólogo de la Sociedad de Ciencias Aranzadi.
La autorización de Costas para poder trabajar en la retirada de estos elementos sobre el arenal, respondía al informe presentado por la Sociedad de Ciencias Aranzadi y su evaluación.
Aranzadi señalaba que eliminar las piedras de Ondarreta manualmente podría suponer de 80 a 100 años de trabajo, mientras que de manera mecánica esperan que el trabajo pueda finalizarse en cuatro años.
Este verano, aunque solo parte de las piedras se habrán retirado, la playa ya presentará otro aspecto bien distinto, en opinión de los técnicos.
Costas autorizó eliminar las piedras con maquinaria sujeta a diversos condicionantes destinados a garantizar la preservación y el uso adecuado del dominio público marítimo-terrestre. Una de las más significativas es la obligatoriedad de compensar el volumen de piedra retirado con un aporte de arena de 1,5, es decir, por cada metro cúbico de piedras retirado, se deberá aportar un metro y medio cúbico de arena.