La seguridad en un parque infantil de interior es un tema prioritario, y también su mantenimiento, pero en nuestro país, a falta de una legislación adecuada, queda a iniciativa y buena voluntad de sus propietarios.
Desde Icolandia intentan cubrir este gran hueco con un completo manual de usuario y con asesoramiento, pero solo pueden ayudar a quienes se lo piden o con quienes colaboran. Es la administración quien puede y debe resolver el problema.
Existe una normativa Europea de Parques Infantiles, la EN 1176-7, aplicable a fabricantes de juegos, instaladores e inspectores y orientada a que el parque sea seguro y se mantenga en buenas condiciones, pero no es de obligado cumplimiento. En España las autoridades han determinado que sea de libre aplicación y solo Andalucía y Galicia cuentan con decretos autonómicos que obligan a mantener los parques infantiles según norma.
Los fabricantes están obligados a cumplirla para tener el marcado CE, sello imprescindible para operar en algunos mercados, pero los propietarios de instalaciones no perciben ninguna obligatoriedad de aplicación ni por tanto de hacer el mantenimiento y las inspecciones periódicas que se desprende de esta normativa europea, a excepción de Galicia y Andalucía.
Además hay que tener en cuenta que hablamos de normas generales aplicables por igual a parques de exterior e interior, cuando hay marcadas diferencias entre ellos.
Es una asignatura pendiente y una necesidad del sector que se regule y se unifique a nivel nacional para garantizar la seguridad y el buen uso de estas instalaciones y también para facilitar la tarea a los propietarios que desean hacer bien las cosas y que en muchas ocasiones les resulta difícil averiguar a qué organismo se deben dirigir en cada comunidad autónoma.
En Icolandia, como fabricantes, y conscientes de esta deficiencia, aportan a cada instalación un completo manual de usuario con instrucciones de mantenimiento y están abiertos a inspeccionar, mantener y en su caso reparar instalaciones provenientes de otros fabricantes.