El plazo de ejecución será de un mes, aunque habrá que esperar otros cinco meses más, para comprobar si se logra el objetivo final que es la estabilización de la ladera del conjunto monumental.
La intervención se realizará en una superficie cercana a los 50 metros cuadrados. Si el resultado es positivo, se extenderá la operación a los 1.000 metros cuadrados restantes.
El concejal de Proyectos y Obras, Enrique Ramos, ha explicado que “el área de intervención se encuentra en el frente noreste del espacio público que sirve de antesala al grupo escultórico, concretamente, comienza tras la pared de la roca saliente y la que se encuentra más expuesta a la influencia del mar, cuya salpicaduras aportan continuamente sales que no pueden ser lavadas por la lluvia produciéndose un efecto mecánico y desecante.”
Los trabajos que ahora comienzan responden a las directrices del proyecto que la familia de Peña Ganchegui ha elaborado. Un informe que “se plantea la posibilidad de llevar a cabo un la rehabilitación de la roca como si de un edificio de piedra natural se tratara, de manera que las medidas que se puedan adoptar sean menos drásticas y permitan mantener el aspecto original en la parte inferior de la ladera, que conforman el punto más crítico por su valor monumental como pieza indispensable de la plaza.”
“Dado el carácter experimental de esta actuación y con objeto de contrastar sobre un caso real las pruebas realizadas anteriormente en laboratorio- ha explicado Enrique Ramos- se propone acometer la aplicación en dos fases, de modo que la primera se restrinja a un área limitada pero representativa, y sólo una vez confirmados los resultados positivos se amplíe la aplicación a todo el conjunto.”