El Ayuntamiento de Turín ha cifrado en 1.527 los heridos a consecuencia de la estampida que provocó una falsa alarma entre los aficionados que veían la final de la Liga de Campeones entre el Juventus y el Real Madrid en una fan zone preparada para el acontecimiento.
Entre los heridos, preocupa la gravedad extrema de tres personas, entre ellas un pequeño de tan solo 3 años que está ingresado en el hospital «Regina Margherita» y que permanece en coma inducido.
Este sábado mientras en Londres tres terroristas cometían el infame atentado yihadista que ha dejado 7 víctimas mortales y casi cincuenta heridos, Turín vivía también una noche trágica cuando una falsa alarma de bomba provocaba una estampida de 30 mil personas que estaban congregadas en la Plaza de San Carlo para ver la retrasmisión de la final de la Champions.
La explosión de varios petardos sembró el pánico y el público allí congregado se dejó llevar por la psicosis al grito de “es una bomba” y comenzaron a intentar abandonar la plaza. El terror aumentó cuando la caída de un parapeto que grupos de jóvenes escalaban para escapar, provocó un gran estruendo que muchos confundieron con otra explosión.
Se vivió una estampida incontrolable y trágica que se ha saldado con más de 1.500 heridos.
La mayoría de ellos afortunadamente, presentaban contusiones o cortes poco graves. Pero aún son muchos los heridos que permanecen ingresados en los diversos hospitales a los que se trasladó a las víctimas. Siete de ellos presentan pronósticos serios por heridas en la cabeza o en otras partes vitales. De entre ellos se teme por la vida de tres personas entre la que se encuentra un niño de tan solo 3 años.
La estampida ocurrió a las 22.15 tras el tercer gol de los madrileños. La policía italiana aún no ha encontrado al responsable de la explosión simulada que ha provocado la tragedia.