Hoy el Banco de España pone las cifras sobre la mesa y sus cuentas son muy diferentes a las que en su día dió De Guindos: el Estado perderá finalmente 60.600 millones de euros, el 80% de los 77.000 millones inyectados.
Esta cuantía se financió por dos vías: una parte fue dinero público de los contribuyentes, que se canalizó a través del Frob y otra, aportaciones de la banca al Fondo de Garantía de Depósitos (FGD). En total, el Frob inyectó 56.800 millones de euros, de los cuales el Banco de España estima que se perderá en torno al 70%. Lo que no iba a costar ni un euro serán finalmente 39.500 millones de euros que no se recuperarán.
En cuanto a la participación del FGD, que se financia con aportaciones de la banca, pero que forma parte del Estado, ya que se cataloga como parte de la Administración Central, ascendió a casi 22.000 millones de euros. De este dinero se perderá finalmente algo más del 90%, en un agujero que asciende a 21.000 millones de euros. «Es una cifra que está pendiente, por la privatización de Bankia y BMN», ha señalado el ministro de Economía esta mañana en Bruselas a los medios, «lo de los 60.600 millones quedan condicionado a esto»