Sobre la una de la madrugada, el aeropuerto de Loiu recuperaba la normalidad este miércoles por la noche. Desde las diez y media de la noche se había puesto el aeródromo en alerta por una amenaza de bomba que resultó ser falsa.
Eran las 10:30 horas cuando una llamada anónima alertaba a la central de Aena en Madrid sobre la presencia de una bomba a bordo de un vuelo que estaba a punto de aterrizar en Loiu, sin precisar de qué avión se trataba.
Anoche el tráfico en el aeropuerto vizcaíno era intenso, se esperaban varios vuelos procedentes de diferentes destinos y gran afluencia de pasajeros que llegaban a Bilbao para asistir al BBK Live.
A esta primera llamada, siguió otra que aseguraba que la aeronave en que la que supuestamente viajaba el artefacto explosivo procedía de una ciudad europea. El comunicante anónimo realizó varias llamadas, una de ellas a la compañía KLM que en esos momentos tenía en el aire y preparado para tomar tierra, un avión procedente de Amsterdam con 90 pasajeros a bordo.
Inmediatamente se movilizaron varias dotaciones de la Ertzaintza, la Guardia Civil y la Policía Nacional, entre las que se encontraban especialistas en desactivación de explosivos, los Tedax. También se movilizaron unidades médicas y bomberos.
Se desvió algún un vuelo procedente de Santiago al aeropuerto de Santander y se mantuvieron en espera de aterrizaje otros tantos. Los vuelos que iban aterrizando lo hacían en pistas controladas y se paralizaron salidas previstas.
Mientras, agentes de la Guardia Civil inspeccionaron el aparato procedente de Amsterdam sin localizar ningún elemento sospechoso. Los efectivos de la Policía Nacional y de la Ertzaintza examinaron los equipajes del pasaje para descartar cualquier posibilidad.
Sobre las 00.30 horas se pudo confirmar que se trataba de una falsa amenaza de bomba y unos minutos después el aeropuerto bilbaíno de Loiu recuperaba la normalidad.