Dentro de las diferentes medidas terapeúticas utilizadas tras una cirugía de rodilla, el uso de la crioterapia o terapia por frío ayuda a controlar la inflamación y el dolor, permitiendo recuperar con más rapidez el rango de movimiento y la fuerza muscular.
La inclusión de la crioterapia tras cirugía de rodilla, supone una medida sencilla, económica y prácticamente inocua que favorece el control del dolor (en muchos casos disminuyendo la medicación analgésica necesaria para el confort del paciente), así como la inflamación debido a la vasconstricción que genera.
Si a la crioterapia le añadimos de forma simultánea un poco de compresión, su efecto en el control del derrame articular y la inflamación de los tejidos blandos es todavía más importante. Por ello a la hora de realizar crioterapia puede ser conveniente el uso de sistemas que además de frío aporten compresión, como el Cryo-Cuff, el Pulpo de Neopreno, el Pressurice,…
El uso pautado de la crioterapia-compresión en el post-operatorio de una cirugía de rodilla, trae consigo como ya hemos comentado una reducción del dolor y de la inflamación, lo que va a permitir un mayor progreso en las maniobras fisioterápicas y rehabilitadoras.
Puedes acceder a más información al respecto en la entrada del Blog de Sendagrup: La Crioterapia en la Recuperación de la Cirugía de Rodilla.