Apenas una semana después de haber comunicado a la opinión pública el extraordinario descubrimiento de la cueva de Aizpitarte IV, en Errentería, la Directora de Cultura, María José Tellería ha informado sobre un nuevo hallazgo de arte parietal del Paleolítico Superior en Gipuzkoa.
En esta ocasión se ha realizado en término municipal de Deba; concretamente en la cueva de Arbil V, que mira hacia el valle de Lastur.
Un equipo de expertos de la sociedad Antxieta de Azpeitia que está estudiando la cueva, ha conseguido reconocer las líneas grabadas en la roca que corresponden al menos a tres animales.
Aunque la cueva tiene importantes proporciones y los trabajos de prospección en su interior son aún preliminares, ya han sido determinadas dos figuras animales completas y porciones de otras dos. Las figuras completas se refieren a una cierva y a otro cérvido macho, probablemente un reno.
El hallazgo se produjo el 26 de marzo. Ese domingo miembros del grupo de arqueología Antxieta visitaron la cueva y encontraron varias pinturas que podían ser del Paleolítico. Unos días más tarde, el 9 de abril, especialistas en arte paleolítico visitaron la cueva y confirmaron el hallazgo.
Maria José Tellería ha destacado que esta cueva es la número 11 en la que ha habido hallazgos en Gipuzkoa.
Altxerri en Aia en 1962. en la que se encontró un conjunto de pinturas importante, sobre todo en lo referido a grabados. Es una hermosa muestra de diferentes especies.
En 1969 se encontró la de Ekain. En palabras de Leroi-Gourhan, una cueva con los caballos del Cuaternario más perfectos.
En 2006 se encontraron en Praileaitz. Gracias a este hallazgo la cueva ha podido sobrevivir..
En 2009, aparecieron huellas rojas en la cueva Astigarraga de Deba
En 2012 en la cueva Aitzbitarte IV se encontró una estalactita cubierta con una mancha roja que avalaba su antigüedad.
A finales de 2014 en la cueva Danbolin de Zestoa se encontraron unas imágenes rojas.
A principios de 2015, en la cueva Erlaitz de Zestoa se encontró media docena de hermosos grabados.
Ese mismo año en las cuevas Aitzbitarte III, V eta IX de Errenteria se encontraron grabados en sus paredes, imágenes de animales realizadas con pedernales o con los dedos manchados de barro