Y lo hará en virtud de una de las modificaciones del Concierto Económico acordado este miércoles por el Gobierno Vasco y el Gobierno español, en Madrid.
Una modificación que no sólo ha retocado la tributación de las sucesiones y donaciones, sino también el impuesto de sociedades, que se empezará a cobrar a las empresas en cuanto su volumen de operaciones sobrepase los 10 millones de euros, lo que supone un aumento de tres millones sobre el umbral anterior.
Además de los cambios en sucesiones y en donaciones, y en los del impuesto de sociedades, Euskadi contará con una serie de ventajas en la tributación del IRPF, especialmente para quienes trabajen en el extranjero, para los teletrabajadores y para operarios enrolados en embarcaciones radicadas, a su vez, en puertos de Euskadi.
La firma plasmada por los gobiernos central y vasco reproduce los puntos ya acordados en la reunión de mayo, cuando se formalizó dicho pacto en plena negociación de los presupuestos de este año.