Edesa industrial ha presentado este jueves a los trabajadores de Fagor CAN su plan de viabilidad que contempla «importantes esfuerzos”, entre ellos la posibilidad de cierre para la factoría de Garagartza en Arrasate o el reajuste de la plantilla total, que quedaría integrada por entre 130 y 160 trabajadores, cuando la plantilla actual de las tres plantas del grupo se eleva a 350 empleados.
La compañía ha señalado en un comunicado que el año pasado registró pérdidas por valor de 38 millones de euros y que soporta una deuda bancaria que asciende a 51 millones. Cuestiones que, señalan, hacen «inviable» continuar en las actuales circunstancias, por lo que ha elaborado un plan de viabilidad que «puede garantizar la sostenibilidad» de la empresa con «importantes esfuerzos por todas las partes».
La propuesta de la dirección pasa por la obtención de financiación no bancaria que permita la reactivación de las líneas de negocio «rentables» y para la que ha asegurado «ya habría inversores comprometidos».
Además, contempla un acuerdo de pago de la deuda con los acreedores y proveedores, la continuidad del servicio por parte de los proveedores actuales, un acuerdo de reestructuración de deuda financiera avalada, «que sería asumida en su totalidad por el grupo industrial» y una reestructuración de determinadas líneas de producción.
De esta forma, Edesa Industrial propone el cierre de la planta de Garagartza, ya que «el margen de contribución negativo de sus líneas de negocio no permite la viabilidad de su actividad fabril», contemplando la posibilidad de trasladar la producción de calentadores a la planta de Basauri.
Para Basauri y Eskoriatza, Edesa asegura que se tendrían que ajustar líneas para «alcanzar la eficiencia necesaria y acercarse a rentabilidad positiva».
Con todos estos ajustes, la compañía contempla que «la plantilla quedaría conformada en un rango de 130-160 trabajadores, en función de los recursos para I+D+I».