De momento se contabilizan 35 personas fallecidas y otras 42 heridas como consecuencia de un atentado suicida, perpetrado con un coche bomba a primera hora de esta mañana de lunes en un barrio del oeste de Kabul.
«El coche bomba se lanzó contra un autobús que transportaba a empleados del Ministerio de Minas», explica el portavoz de Interior.
La policía tiene acordonada la zona que está cercana a la residencia del viceprimer ministro, Mohamad Mohaqiq y donde la mayoría de los vecinos con chies; un barrio donde residen también muchos funcionarios afganos.
«Veinticuatro personas murieron y 42 resultaron heridas en el atentado de esta mañana en Kabul, todas ellas civiles. El coche bomba se lanzó contra un autobús que transportaba a empleados del Ministerio de Minas», ha declarado en un primer balance el portavoz del Interior, Najib Danish, que ya había avanzado que el número de víctimas podía aumentar.
El portavoz de los talibán, Zabihulá Muyahid, ha atribuido a su grupo la autoría el atentado a través de Twitter.
Un atentado que señalaba, se ha efectuado «contra un autobús que transportaba a miembros del NDS y que dejó 37 muertos». El portavoz ha añadido que objetivo del atentado eran dos autobuses que llevaban bajo vigilancia dos meses.
Sin embargo, la agencia de inteligencia Directorio Nacional de Seguridad (NDS) ha rechazado la versión de los talibanes, al afirmar que ese departamento «no utiliza autobuses para transportar a sus empleados»
El atentado suicida se ha producido poco antes de las 7.00 hora local en una calle en el Distrito Policial 3 en el oeste de la capital afgana. Según el Ministerio de Interior, en el lugar de la explosión tres vehículos y 15 establecimientos comerciales han quedado gravemente dañados.
Cerca del lugar del estallido también se encuentra la residencia del líder de la comunidad chií hazara y miembro del Parlamento Mohamed Moqaqeq, ha indicado su portavoz, Omid Maisom.
«El coche explotó delante del primer puesto de control de la residencia de Moqaqeq, dejando muertos y heridos entre los guardias y los civiles. Creemos que quería alcanzar la casa de Moqaqeq, pero nuestros guardias lo detuvieron», ha añadido Maisom.
La comunidad hazara conmemora este lunes el primer aniversario de un atentado contra una manifestación de miles de sus miembros, el 23 de julio de 2016, que dejó 84 muertos y más de 300 heridos. Aquel fue el primer atentado reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico en el centro de la capital afgana.