La asamblea de trabajadores de Edesa Industrial ha decidido este lunes «no aceptar» el plan industrial planteado por el grupo CNA para garantizar la viabilidad de la empresa, que incluye el cierre de la planta de Garagartza y el despido de 220 empleados.
Tras la asamblea, han emitido un comunicado en el que aseguran que «no aceptan la propuesta de la empresa en los términos presentados», insistiendo en que «rechazan el despido de 220 trabajadores y no admiten el plan industrial presentado».
El comité de empresa mantendrá hoy martes una nueva reunión con la dirección de Edesa Industrial, con la esperanza de que «replantee su proyecto» y para solicitar de nuevo «un plan industrial sólido y detallado, en el que se mantengan los puestos de trabajo y no se desindustrialice Euskal Herria».
La empresa, actualmente en preconcurso de acreedores, explicó el pasado 20 de julio que debe ajustar sus líneas de producción, reducir su plantilla y obtener financiación no bancaria para reactivar las líneas de negocio rentables, para lo que afirmó que «ya habría inversores comprometidos».
La compañía cuenta actualmente con la fábrica de Arrasate, la que albergó la histórica cooperativa Fagor Electrodomésticos, además de otras dos plantas en Eskoriatza (Gipuzkoa) y Basauri (Bizkaia).
Su plan contempla cerrar la planta de Garagartza, «ya que el margen de contribución negativo de sus líneas de negocio no permite la viabilidad de su actividad fabril», aunque abre la posibilidad de trasladar la producción de calentadores a la fábrica de Basauri.