Ayer martes, a última hora de la tarde, la presencia de una furgoneta sospechosa provocó el despliegue de un operativo en la zona de la Sagrada Familia de Barcelona. Los Mossos d’Esquadra pusieron en marcha un dispositivo policial que afortunadamente se retiró poco después, al comprobar que se trataba de una falsa alarma.
Cerca de las ocho y media de la tarde los Mossos se desplegaban en la zona de la Sagrada Familia y evacuaban a quienes se encontraban en el lugar y en las calles colindantes.
Se desplegó un cordón preventivo con operativos de los Mossos d’Esquadra, de la Guardia Urbana y del servicio del Servei d’Emergències Mèdiques. Se pidió a los vecinos de la zona que no salieran de sus casas y se retuvo a los trabajadores de la Sagrada Familia en el interior del templo. Mientras se daba aviso al cuerpo especialistas en explosivos, los Tedax.
El dispositivo policial cortó nueve manzanas y alertaba al servicio de metro durante una hora.
El motivo de este despliegue fue una furgoneta aparcada en la calle Provença que tenía en su interior un paquete sospechoso. Los Tedax, tras analizarlo, confirmaban que se trataba de una falsa alarma. En un primer momento, los dos ocupantes de la furgoneta sospechosa fueron retenidos, poco después eran puestos en libertad.