Corea del Norte ha lanzado este viernes otro misil balístico que ha sobrevolado Japón antes de caer en el Pacífico. Esta segunda prueba de fuerza del líder norcoreano ha vuelto a obligar a las autoridades japonesas a emitir una alerta a la población para que buscara refugio.
El lanzamiento de lo que el Pentágono considera un misil de alcance intermedio llega apenas tres días después de que el Consejo de Seguridad de la ONU impusiera nuevas sanciones al régimen de Kim Jong-un después de que ese país efectuara el 3 de septiembre su sexta prueba nuclear, la más potente hasta el momento.
El cohete, según la Defensa surcoreana, partió de las cercanías de Sunan, el aeropuerto internacional de Pyongyang. Sobrevoló la isla nipona de Hokkaido y terminó cayendo a 2.000 kilómetros en el Pacífico.
En respuesta al nuevo desafío del régimen de Kim Jong-un, el secretario de Estado de EE. UU., Rex Tillerson, ha instado a todos los países a tomar nuevas medidas contra Corea del Norte. El resto de la comunidad internacional ha condenado también de modo enérgico el nuevo lanzamiento.
El Consejo de Seguridad ha convocado una reunión de urgencia este mismo viernes para abordar la situación. En Corea del Sur, el presidente Moon Jae-in ha celebrado una reunión especial de su consejo de seguridad nacional. Su ministra de Exteriores ha apuntado que el país reforzará su capacidad de respuesta ante las amenazas de su vecino.
En Japón, el primer ministro Shinzo Abe, que regresaba de una visita oficial a India, ha pedido unidad a la comunidad internacional y que las sanciones contra el régimen de Kim Jong-un se cumplan estrictamente.